Ha llegado una de las primaveras más esperadas de los últimos tiempos. Y es que la primavera es la estación favorita por excelencia, sinónimo de renacer y, ahora más que nunca, todos lo necesitamos!!

Para nosotros, también es un momento muy especial! El paisaje cambia, en los viñedos se aprecian los primeros brotes y en la cava despertaremos nuestro vino tinto cabernet sauvignon 2019, después de 12 meses de reposo en barrica, entre otras muchas cosas! Es la antesala de la vendimia y hay que tomar decisiones que serán de vital importancia para los futuros vinos y cavas. Os contamos todo lo que pasa en la viña, en la cava y en la finca de Cavas Naveran!

La primavera y la viña

Después de la parada vegetativa, llega la fase llamada de inflorescencia o de crecimiento. A finales de enero, los almendros, árboles que encontramos a menudo en los márgenes de las viñas, ya florecieron; siempre pioneros en brotar después del parón invernal. Sin embargo, a la viña todavía le faltaba un poco. Aprovechando este tiempo, durante las últimas semanas de febrero y las primeras de marzo, hemos plantado 2 hectáreas de cepas de pinot noir, que utilizaremos, d’aquí a un tiempo, para elaborar cavas como el Perles Roses.

Todo comienza con el llanto de la viña

¡Es un fenómeno muy especial! Tiene lugar cuando empiezan a subir las temperaturas y marca el inicio del despertar de la primavera. Ocurre porque la tierra se calienta y esto hace que la cepa se despierte de la parada vegetativa: se activa el metabolismo y la savia empieza a moverse por los vasos conductores de la planta, proporcionándole sales minerales y otras sustancias necesarias para su despertar. ¿Recuerdas que en el post sobre el invierno en Naveran hablábamos de las reservas que se acumulaban en el tronco y en las raíces de la planta? Pues son las que ahora le darán la energía para brotar. Es precisamente el líquido transparente, la savia, lo que origina el llanto cuando se escapa por las heridas originadas por la poda en forma de lágrima, anunciando que los primeros brotes aparecerán pronto.

El calor también reaviva otras especies

Y es que no solo se despiertan las cepas. Con tanta vegetación emergente, los insectos también se activan y con ellos, las plagas que pueden afectar a la viña. Por esto, durante el mes de marzo nos dedicamos a colocar trampas de feromonas, una técnica de bajo impacto ambiental para controlar las plagas. Las trampas contienen feromonas sexuales de cada insecto que puede causar una plaga, para que los machos se sientan atraídos hacia estas. Es necesario colocar feromonas de todos los tipos de insectos que pueden amenazar a la cepa.

Los primeros brotes

Pues sí, poco a poco, ¡van apareciendo los primeros brotes! Es un momento muy emocionante, donde empezamos a ver los resultados de los trabajos realizados en la viña durante el invierno. Los brotes dan lugares a los sarmientos, a las primeras ramitas, los pámpanos y los racimos. En principio, la brotación debería ser en abril, pero si el invierno es cálido, los primeros brotes llegan antes.

Es tiempo de arar

Durante los meses de marzo y abril también labramos las viñas para oxigenar la tierra y eliminar las malas hierbas que empiezan a crecer con el aumento de las temperaturas. Es importante que la tierra esté limpia y esponjada para que pueda absorber y retener bien el agua de las lluvias de la primavera. Sobre todo con los tiempos que corren, cuando no recibimos suficiente agua en primavera y los veranos son secos.

¿Qué pasa en la cava?

A pesar del buen tiempo y el aumento de la actividad en el viñedo en primavera, en la cava todo es muy diferente: reina el silencio y la calma. Nuestras cavas, situadas bajo tierra, tienen la humedad pertinente y toda la tranquilidad necesaria para que los cavas disfruten de la larga crianza, que comienza en torno a los meses de invierno, para los vendimiados en 2020. Terminará dentro de un año para nuestros cavas Vintage y dentro de dos y tres años, aproximadamente, para los cavas Premium, como el Perles Blanques.

Sin embargo, no todo es reposo en la cava. Antes de semana santa, será el momento de sacar el vino tinto Don Pablo (Cabernet Sauvignon, 2019) de las barricas, donde ha estado los últimos doce meses. Entonces, el vino se clarifica en una tina de inoxidable, antes de filtrarlo y prepararlo para embotellar.

El proceso de filtrado y clarificación del vino

En el proceso de elaboración del vino intervienen partículas como levaduras, que ocasionan sedimentos. A menudo, con el proceso de crianza ya conseguimos que la mayoría de estos sedimentos precipiten al fondo de las botas, por lo tanto, una buena parte del trabajo está hecha. Tras la clarificación, realizamos el proceso de estabilización tartárica: de esta manera evitamos que se formen cristales cuando ponemos la botella a enfriar en la nevera. Entonces pasaremos al filtrado, donde además de obtener un producto final más claro, transparente y brillante, conseguimos que el vino sea más estable y que, así, envejezca mejor.

2021, toda la producción de Naveran ya es vegana!

Hay varias formas de clarificar un vino. Hasta hace relativamente poco, solamente se utilizaban clarificantes como la gelatina, el colágeno o la caseína, todos de origen animal. Esto hacía que el vino, a pesar de ser de origen vegetal, no fuera apto para una dieta vegana. Sin embargo, existen alternativas: en Cavas Naveran, desde este año utilizamos bentonita y albúmina de guisante para clarificar el vino y así garantizar una producción 100% vegana.

Una primavera esperada

Los días se alargan y el verde, el color de la esperanza, lentamente se va volviendo el tono dominante en la Finca Can Parellada de Cavas Naveran. Y es que esta primavera es muy esperada para todos y todas. Tenemos muchas ganas de ver las primeras hojas y, ya en verano, ¡la floración! Estamos impacientes por probar este Don Pablo que llevamos esperando desde 2019 y, lo más importante, tenemos muchas ganas de volver a tener visitas en nuestras cavas para que podáis admirar el esplendor de los viñedos en la primavera!