¿Qué tal el verano? Ya estamos en la recta final y por lo tanto nos adentramos en la época de vendimia, uno de los momentos más emocionantes para nuestra región: la Comarca de l’Alt Penedès. Es la culminación de todo un año de esfuerzo y sacrificio trabajando la tierra, y ahora nos lo recompensa con su fruto. La viña es agradecida, pero qué sabemos de la viña?
En términos generales podemos afirmar que una viña es una plantación de cepas (vitis vinífera) para la producción de uva y de su explotación poder elaborar y comercializar vino.
Las parcelas de viña suelen tener entre una y tres hectáreas que corresponden, según topografía del terreno, entre 1.500 y 2.000 cepas cadascuna, y están dispuestas a modo de varias filas de cepas con una separación de dos metras. Esto se hace para favorecer la ventilación que necesita la planta, así como el espacio en el subsuelo por al desarollo de sus respectivas raíces.
El suelo ideal para la viña sería, en primer lugar, uno que estuviera bien drenado y con una textura adecuada para el desarrollo de sus raíces. La topografía del terreno puede afectar a la exposición solar, la distribución del agua y el drenaje. Las vertientes en pendiente suelen permitir una mejor exposición solar y un drenaje natural, ayudando a prevenir enfermedades y a mejorar la calidad de la uva.
Y precisamente esta exposición solar que recibe la viña es esencial para el proceso de fotosíntesis de la planta a través de los pámpulos (hojas) y de la maduración de racimos de uva (fruta). Suelen preferir orientaciones que maximicen la exposición al sol durante el día. Mentre que un drenatge adequat és fundamental per evitar problemas d’embassament de agua y sobre todo también evitar las enfermedades en las raíces de las cepas.
El viento puede influir en la propagación de enfermedades y afectar la temperatura, por lo tanto, aun a sabiendas que es necesaria una ventilación, ésta no puede ser excesiva, por eso las pasadas (filas de cepas) están plantadas en diferentes direcciones segons la orientación de la parcela de viña. Un conocimiento que los ingenieros agrónomos nos proporcionan, gracias al estudio de cada caso.
Hoy en día, es muy común encontrar viñas emparradas pero ¿qué significa y para qué sirve? En estos casos las distingimos al ver unos alambres que ayudan a la planta a crecer hacia arriba y después las ramas irán creciendo siguiendo la línea horizontal del alambre. Eso sirve para varias motius, el principal es que nos permite vendimiar con la cosechadora.
Tradicionalmente, son plantaciones de secano, es decir, que no necesitan agua además de la de la lluvia. Todo natural, hasta el punto de estar regulados por los organismos para prohibir el riego en algunas Denominacions de Origen. Pero recientmente, con el cambio climático ha habido variaciones, bajo la presión de los campesinos que trabajan la tierra durante el año de sol a sol. Hasta el punto que reconocidos ingenieros agrónomos de Lérida han venido a ayudarnos y han determinado que el riego automático mediante pozos con bomba eléctrica, alimentada por paneles solares en la viña eran la mejor solución. Tras probarlo damos fe, la diferencia de salud entre las viñas que seguían esta recomendación y las que no, es abismal.
Cerramos paréntesis sobre el terreno y seguimos hablando de nuestras protagonistas. Las viñas de más de 30 años producen uva de mayor calidad, porque producir una menor cantidad pero más concentrado. Per tan, hi ha més nutrients i aigua para cada uva. Per contra, son viñas que ya no pueden ser emparradas. También tienen más tiempo para adaptarse al medio natural y aprovechar los recursos. Una característica que no se ve, tienen las raíces más largas en época de vendimia los sarmientos (ramas) son muy largos, dejando al descubierto una cepa de copa baja pero más grande.
Este año la cosecha de la uva se ha visto reducida en un 20% en viñas con riego automático y en un 45% en viñas sin riego. Como ya advertían en abril en nuestro diario de referéncia en el Penedès, sin lluvia, podemos alcanzar una redución del 70%. Podeis leer la noticia en este link. Ya en plena vendimia, estos valores se han confirmado. Esta misma semana hemos obtenido un 11,4%vol grado alcohólico, y 5,4 g/l. de acidez natural para la variedad Chardonnay, una de las más importantes del mundo por su versatilidad y adaptación al medio. Por lo tanto, buena calidad.
La semana pasada, con el Pinot Noir, sacamos un 10,8%vol grado y un 5,4 g/l. de acidez natural. Valors perfectos para la elaboración del cava. Y de cara a las próximas variedades autóctonas del Penedès (Macabeu, Xarel·lo y Parellada) se esperan valores similares en los próximos días. Muy contentos con la calidad.
Pero en ambas variedades, el denominador común reside en una producción baja, debido a la escasa lluvia. Un hecho que subirá el precio de la uva en un 280%. Si en 2021 no llegaba al 0,25€/kg., un auténtico abuso para los campesinos, ahora se habla ya de 0,95€/kg., ya se acerca más a un precio digno, o como mínimo a un precio de salida, hacia arriba, en reconocimiento al trabajo de todo el año en el campo, el motor de la nuestra comarca.
Cerrando el círculo, empezábamos este post hablando de que la viña es agradecida. Ya haya crisis económicas, pandemias o guerras, el campo siempre dará frutos. Lo hará con menor poder adquisitivo, sí, de acuerdo. Pero no nos fallará y como la naturaleza es sabia, puede que nos esté hablando y nos diga que quien mucho abarca poco aprieta.